Hotel los gallos cordoba
Desglosando Hotel los gallos cordoba
También podrás darte un paseo en primavera por los jardines del Alcázar, pasear por la plaza de las Tendillas o cenar con un espectáculo flamenco en pleno centro de la ciudad. Asimismo recomiendan visitar la Capilla de San Bartolomé.
La Calleja de las Flores es una de esas que no debes perderte en la aljama. Una de las más recorridas, emblemáticas y retratadas. Una calleja angosta y flaqueada por edificios de paredes blancas decoradas con macetas con flores Hotel los gallos cordoba.
Almodóvar del Río merece ser considerado uno de los pueblos más bonitos de Córdoba. Tiene todos los ingredientes necesarios para ser visitado. El entorno a este cerro, se arremolinan las calles de fachadas blancas tan características de la zona.
El antiguo monasterio Franciscano tiene una estructura original que data de finales del siglo XV y que se fue ampliando poco a poco. Resalta por su privilegiada localización, ubicado entre barrancos que semejan precipitarse cara el Embalse de Bembézar.
La Plaza de las Tendillas es el lugar más céntrico de la urbe. Alrededor de esta plaza se concentran las calles más comerciales de Córdoba. Además de esto, esta plaza se halla situada muy cerca de lo que es el viejo templo Romano Hotel los gallos cordoba.
En los campos de La Carlota se intercambian los espacios dedicados a la agricultura, a la ganadería y a los caballos, siendo estos auténticos protagonistas de estas sendas. Nada mejor que dejarse guiar y perderse entre toros y caballos.
Haz una excursión a Medina Azahara, el mayor yacimiento arqueológico del país, que se halla a siete Km de Córdoba. La que anteriormente fue una urbe administrativa y residencial del califato, hoy en día representa de los mejores legados hispanomusulmanes.
Si viajes en la primera quincena de mayo, coincidirás con la Celebración de los Patios de Córdoba, declarada patrimonio de la Humanidad y periodo en el que se abren más de 60 patios y es uno de los espectáculos más increíbles que ofrecen en la urbe.
Si eres un amante de las flores y las plantas, visitar el Jardín Botánico es una de las cosas imprescindibles que hacer en la urbe. Está situado en la ribera del Guadalquivir, este espacio reúne una colección vegetal muy sui géneris dividida en secciones.
El Templo Romano hubo de ser el más grande de la urbe, con unas dimensiones de 32 m de largo y dieciseis m de ancho, y se estima que pudo ser levantado alrededor de los siglos I y II. Gracias a los trabajos de reconstrucción, se pueden ver 11 columnas de nueve metros de alto.
Viene es una espectacular palacio con cuatro siglos de antigüedad en el que podrás disfrutar de 12 fantásticos patrios y un bonito jardín. Alrededor de estas zonas se distribuyen múltiples estancias en las que se guarda una gran colección de pinturas, entapices, vajillas, azulejos y armas.
No podrás irte de Córdoba sin probar un habitual salmorejo. Esta crema fría, hecha a base de ajo, tomate, vinagre, aceite de oliva, miga de pan y sal y acompañada de jamón serrano, huevo duro es de los platos tradicionales más conocidos en Córdoba.
El Valle de los Pedroches se identifica por los extensos campos de encimas, donde aparecen diferentes pueblos dimensionados y donde el grano es su primordial protagonista, pues toda la región se asienta sobre un batolito granítico.
La Mezquita-Catedral es el monumentos más emblemático de la urbe de Córdoba. Un sitio en el que los estilos góticos, barroco, renacentista y mudéjar se funden dando sitio a un monumento único en el planeta. El Patio de los Naranjos te dará la bienvenida y te va a mostrar su belleza.